Wahid cede la gestión diaria de Indonesia a su vicepresidenta

El presidente indonesio, Abdurrahman Wahid, bajo fuertes críticas por sus diez meses de gestión al frente del país, anunció ayer que delegará parte de sus poderes en su rival y vicepresidenta Megawati Sukarnoputri. "Voy a dar a la vicepresidenta la responsabilidad de ejecutar las tareas prácticas cotidianas, de establecer el orden del día del Gobierno y los centros de interés y las prioridades del Ejecutivo", dijo Wahid en un discurso ante la Asamblea Consultiva del Pueblo.Sin embargo, Wahid subrayó que piensa seguir al frente del país, el cuarto más poblado del planeta. El presidente ya realizó una declaración de perdón ante esta cámara el pasado lunes por no haber sido capaz de solucionar los problemas del país. Sus adversarios le reprochan su mala gestión económica y el no haber podido poner fin a los enfrentamientos étnicos y religiosos en varias regiones de Indonesia, así como a la violencia de los grupos separatistas. Ayer confirmó que anunciará una remodelación de su Gobierno en las próximas semanas.

Aunque apreciado por su carácter tolerante, el presidente, de 60 años, también ha sido puesto en entredicho por su estado físico ya que tras haber sufrido dos derrames cerebrales ha quedado prácticamente ciego, necesita ayuda para andar y a menudo se queda dormido en los actos oficiales. Wahid se convirtió en octubre de 1999 en el primer presidente indonesio elegido democráticamente al derrotar en las urnas a su rival y actual vicepresidenta Megawati Sukarnoputri. Ésta goza de gran popularidad en el país, principalmente por ser hija del ex presidente Sukarno, fundador de la Indonesia moderna, aunque sus adversarios cuestionan su capacidad política. En su cargo como vicepresidenta se ha mantenido en la sombra de Wahid lo que le ha evitado verse implicada en las acusaciones de mala gestión del Gobierno.

Por otra parte, el arresto domiciliario del ex presidente Suharto, que próximamente deberá enfrentarse a un juicio por corrupción, fue ayer sustituido por la prohibición de abandonar Yakarta.