Zapatero aumenta sus críticas al Gobierno en sus últimos días de campaña

El candidato a la secretaría general, José Luis Rodríguez Zapatero, acentuó ayer su perfil como referente social e institucional socialista frente al de máximo dirigente del PSOE, en la recta final de su campaña por Andalucía. "Este país necesita una oposición útil, que marque una alternativa progresista frente a un Gobierno que hace un mal uso de la mayoría absoluta y que no dialoga", aseguró antes de mantener reuniones en Sevilla y Cádiz con delegados de esas provincias. A falta de una semana para el inicio del congreso, los dirigentes del PSOE andaluz siguen sin dar señales públicas de sus preferencias, que se mueven entre José Bono y Zapatero.El promotor de Nueva Vía lanzó menos mensajes de consumo interno y más hacia el exterior del PSOE, como viene haciendo el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, desde que anunció su candidatura a la secretaría general. No ahorró críticas contra el Gobierno de José María Aznar por su actitud "reaccionaria" en asuntos como la Ley de Extranjería y reclamó a su partido una oposición fuerte al día siguiente del congreso para recuperar "la centralidad" del Parlamento y construir un mayoría de progreso en el plazo de tres años. No entró a valorar si esa meta es más alcanzable con un secretario general que además sea diputado -es el único candidato que tiene escaño-, aunque admitió que ese argumentó se trasladó para elegir a Joaquín Almunia y a él, entonces, le pareció "razonable".

"Antepondré siempre los intereses de los españoles a los que sean del partido", afirmó Zapatero, quien consideró "aconsejable" que los cargos de líder del PSOE y de cartel electoral coincida en la misma persona. El candidato eludió poner cualquier pega a lo que decida la Comisión Política en torno al procedimiento de votación que se elija.