La patronal francesa y tres sindicatos acuerdan una reforma del seguro de paro

Después de varios meses de negociaciones, la patronal francesa, Medef, y tres de los cinco grandes sindicatos (CFDT, CGC y CFTG) acordaron ayer una profunda reforma del seguro de desempleo que obliga a los parados a estar disponibles y a implicarse activamente en la búsqueda de un puesto de trabajo. El pacto, rechazado por la central comunista CGT y por Fuerza Obrera (FO), sienta las bases de un "nuevo modelo social" francés, más liberal, y sitúa al Gobierno de la izquierda plural en una situación comprometida, en la medida en que le emplaza a ratificar por la vía legislativa unos postulados en cuya elaboración no ha participado. De acuerdo con el plan suscrito, los nuevos parados franceses tendrán que someterse obligatoriamente a un proceso de reinserción laboral si no quieren hacer frente a una serie de sanciones que incluyen la pérdida de sus derechos a los subsidios.

A expensas de la aprobación de las ejecutivas de las centrales, el acuerdo prelimilar constituye, en sí mismo, un éxito notable del proyecto de "refundación de las relaciones sociales" emprendido por la patronal francesa en un contexto de rebelión por la aprobación de la semana laboral de 35 horas. Aunque los organismos como el Unedic, que gestiona el pago del desempleo, están dirigidos de manera paritaria por las organizaciones sindicales y patronales, el Estado francés ha ejercido siempre sobre ellos una tutela muy efectiva.

Para el Ejecutivo francés, el asunto se complica doblemente porque la patronal no acepta modificación alguna del acuerdo y ha incluido medidas para excluir a los dos sindicatos que no han firmado de las discusiones que, antes del 31 de julio, deben redefinir el cuadro jurídico del Unedic.