Desgravaciones

Hay personas que por su edad, condiciones físicas o mentales están incapacitadas para realizar las labores inherentes a la vida cotidiana; precisan ayuda para su aseo personal y del hogar, comida, compras, etcétera.Para ellas, contratar a una persona que las ayude en estas tareas no es un lujo, sino una necesidad imperiosa. Por ello, es totalmente injusto e inhumano que Hacienda no prevea la desgravación de este gasto cuando su necesidad viene avalada por un certificado médico.

La necesidad de solucionar este problema es acuciante y cada día va en aumento; su necesidad es incluso superior a la de las guarderías, ya que a muchas de las personas afectadas por este supuesto no se las puede mover de su casa para dejarlas al cuidado de unos amigos o vecinos, que además son más reacios a hacerlo.

Con ello, además de mejorar la calidad de vida de nuestros mayores, aumentaría los puestos de trabajo para personas que ahora no tienen acceso al mundo laboral sea por su falta de titulación o su edad.

Antes se podía desgravar los gastos de una enfermera, pero esto tampoco solucionaba el problema, ya que una ATS se niega a hacer las labores del hogar y la mayoría de personas no necesita un cuidado sanitario permanente; además, su coste es muy superior al de una persona no calificada.- Maria Rosa Mas Solà. Barcelona.