La madurez de Herreweghe Paulus De Mendelssohn.

Los ciclos musicales de la Universidad Complutense en el Auditorio Nacional se sitúan en un nivel interpretativo de evidente atractivo y generan conciertos espléndidos. El curso pasado fue Minkowski con un Gluck modélico; este año la guinda le ha correspondido a Herreweghe con el oratorio Paulus de Mendelssohn.La madurez artística de Herreweghe es algo que se acentúa en cada visita a Madrid. Ha formado una orquesta de instrumentos de época y un empastado coro de gran calidad, y elige con precisión a los solistas vocales. La soprano Linda Anderson posee un timbre un poco áspero, pero llevó con solvencia impecable, por dicción y fraseo, el peso más comprometido del oratorio. No supuso ninguna sorpresa la homogeneidad y pureza de línea de canto del tenor Scot Weir y sí fue un grato descubrimiento la nobleza vocal del barítono Stephan Loges, no por casualidad ganador del prestigioso concurso de canto del Wigmore Hall en 1999. Herreweghe sirvió con rigor la continuidad y tensión musical del oratorio.