Falsos moderados

El discurso nítidamente radical de formaciones como la que lidera Ricardo Sáenz de Ynestrillas, hijo de un militar asesinado por la organización terrorista ETA, está siendo mitigado por otros partidos que, bajo una imagen de moderación y mesura, ocultan idearios antidemocráticos. En sus estatutos aceptan la Constitución, pero critican el sistema de partidos, sindicatos y asociaciones profesionales.Éste es el caso de Democracia Nacional, partido al que los expertos policiales observan con detenimiento desde que se presentó en Barcelona en 1995. Surgió de la unión de dos grupos, Juntas Españolas, formación neofalangista, y el denominado Instituto de Estudios Sociales.

Agrupa a antiguos dirigentes de CEDADE y sigue la línea marcada en Italia por los ex fascistas de la Alianza Nacional de Gianfranco Fini y el Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen en Francia. Aunque no se identifica con el franquismo, ni asiste a los actos del 20-N, critica la "partitocracia", defiende el recorte de libertades individuales y anima a perseguir las "conductas inmorales".

Este partido, a juicio de la policía, es el más organizado de la extrema derecha española, mantiene estrechas relaciones con el Frente Nacional francés de Le Pen y forma parte de Euronat, una iniciativa del citado ultraderechista que ha conseguido agrupar a partidos extremistas para concurrir juntos a las elecciones europeas.

Durante la pasada campaña electoral, Democracia Nacional celebró un mitin en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, pero el acceso fue restringido. "No es posible acceder sin invitación", advertían los organizadores. Entre otros grupos musicales, amenizó el acto División 250, una banda bautizada así en recuerdo a una de las unidades de Hitler.