Un funcionario del SVA se juega la vida para salvar a una inmigrante

El fuerte temporal de viento de Levante que en los últimos días afecta al Estrecho de Gibraltar no impidió que, en la noche de ayer, unas 20 personas de origen magrebí se lanzasen a la aventura de su vida para intentar alcanzar el futuro a través de las costas del Campo de Gibraltar.Hasta la una y media de la madrugada todo había sido más o menos normal en una travesía que se había iniciado casi tres horas antes en las costas del norte de África. La embarcación en la que viajaban los inmigrantes clandestinos se encontraba a pocos metros del litoral tarifeño, por lo que sus ocupantes decidieron lanzarse al mar y dispersarse por los montes de la zona para no ser interceptados por la Guardia Civil; fue entonces cuando el pánico se apoderó de una mujer que, al parecer, al no saber nadar y ante las condiciones meteorológicas -gran oleaje que hacía zozobrar a la embarcación- decidió no tirarse al mar.

La única salvación pasaba entonces por ser detenida, pero la patera, que quedó con el motor embragado, y se alejaba cada vez más de la costa. Al percatarse de tal situación, los tripulantes del helicóptero del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), que había seguido silenciosamente a la expedición clandestina desde mar abierto hasta la Ensenada de El Tolmo, en Algeciras, decidieron actuar.

Tras colocarse sobre la embarcación y al comprobar el estado de nervios de la mujer, el observador del SVA decidió lanzarse desde el aire sobre la patera y conducirla hasta tierra.

Fue así como concluyó un ilusionante sueño para esta mujer, que se convirtióen una auténtica pesadilla. Pisó tierra española sólo por unas horas, tras ser entregada a la Guardia Civil, y regresará a Marruecos junto a sus compañeros de viaje.