La campaña arranca bajo la crispación provocada por el asesinato de Buesa

La campaña del 12-M arrancó anoche marcada por el asesinato del socialista Fernando Buesa y su escolta, el ertzaina Jorge Díez. El presidente del Gobierno, José María Aznar, aprovechó su mitin de Oviedo para criticar duramente al PNV por "amparar" a ETA. El portavoz del Ejecutivo había dicho poco antes en Barcelona que los dirigentes peneuvistas sufren "paranoia" y que Euskadi camina hacia unas elecciones anticipadas. El líder del PSOE, Joaquín Almunia, pidió en Fuenlabrada (Madrid) una masiva participación como respuesta a la violencia etarra. "Hay que llenar las urnas de votos", propuso para hacer efectivo el clamor popular de ¡basta ya!

El jefe del Ejecutivo emplazó al PNV, formación que gobierna en Euskadi, a que asuma su responsabilidad y rompa con HB tras el doble asesinato de ETA. El líder del PSOE advirtió de que cuantas más llenas estén las urnas el 12 de marzo, menos oxígeno tendrá la banda terrorista.Horas antes, el Partido Nacionalista Vasco y su presidente, Xabier Arzalluz, habían acusado al PP, al Gobierno central, al Cesid y a los aledaños del Ministerio del Interior de aprovechar el asesinato de Buesa con fines electorales. En su criterio, los abucheos que recibió el miércoles en Vitoria el lehendakari, Juan José Ibarretxe, estaban perfectamente planificados.

Desde Izquierda Unida, su cabeza de cartel, Francisco Frutos, que también abrió campaña en Madrid, pidió a los electores que no se dejen llevar por la abstención porque ésta, dijo, sólo beneficia al Partido Popular.

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