Testigos del 'caso Sanlúcar' niegan la reunión en Chipiona de los implicados

El juez que instruye las diligencias por el supuesto intento de soborno a un concejal del PP en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), Sergio Escalante, reanudó ayer la toma de declaraciones a testigos. Pedro Ruiz, propietario de la venta situada frente al cámping de Chipiona -donde según la denuncia se llevó a cabo la reunión entre el ex alcalde de Sanlúcar, Agustín Cuevas; el primer edil de Chipiona, Luis Mario Aparcero, y Rafael García Raposo, para cerrar el supuesto soborno- manifestó a la salida de los juzgados: "Ese día no vimos a nadie. A los únicos que conocíamos en aquella fecha era a Agustín Cuevas y al alcalde de Chipiona. Ninguno de los dos visitó nuestro establecimiento en aquella fecha". En los mismos términos se expresó Francisco Misas, empleado de la venta. Las comparecencias ante el magistrado del conocido como caso Sanlúcar continuó con el interventor del Banco de Santander en esta localidad gaditana, que se marchó del juzgado sin realizar declaraciones. El interventor debía explicar ayer por qué facilitó un cheque bancario de cinco millones de pesetas a los propietarios del grupo Zafiro, en la tarde del sábado 16 de octubre, cuando las oficinas de la entidad financiera estaban cerradas. Estos empresarios prestaron el dinero a un interés del 6% al secretario de Organización del PSOE en aquella época, Rafael García Raposo. Posteriormente, y siempre según la denuncia, le entregó al concejal popular esa cantidad, 13 millones de pesetas en metálico, y 25 millones en letras.

José Luis Cuevas, que fue primer teniente del Ayuntamiento sanluqueño y portavoz socialista, ratificó que nunca tuvo conocimiento del caso y que se enteró por los medios de comunicación.