Ramón-Llin insiste en que Marruecos no perjudica

El lunes, la consejera de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin, aseguraba que los acuerdos a negociar entre la UE y Marruecos no serán perjudiciales para los agricultores valencianos, en parte porque la negociación se va a centrar en los tomates, pero fundamentalmente porque "la producción citrícola marroquí atraviesa un mal momento, con una grave crisis por la plaga de la tristeza", y por tanto no precisa exportar tanto. Sin embargo, según lo que se pudo ver ayer en el puerto de Algeciras, parece que las naranjas y mandarinas que se producen en Marruecos tienen la salud suficiente para viajar hasta la Unión Europea.Ramón-Llin insistió ayer en la misma idea en la presentación de la Fundación Sabor y Salud. La consejera aseguró que con la decisión de la UE de levantar el control sobre las importaciones de tomates de Marruecos "no peligran" las exportaciones valencianas, e indicó sobre la participación de la Unió de Llauradors en el bloqueo del puerto de Algeciras: "Cada organización agraria puede tomar sus decisiones y hacer lo que le parezca, pero ni peligran nuestras exportaciones ni el problema del tomate es real".

Al margen del derecho de Marruecos de exportar sus producciones agrarias, lo que es evidente es que el mercado sigue marcando la pauta a la hora de elegir. Si no hay un compromiso por parte del sector exportador español, o incluso del importador europeo, de primar la producción española, la citricultura valenciana deberá afrontar hondas reformas para competir en precio con Marruecos.