La Guardia Civil evita la salida de España de varias obras de arte

La Guardia Civil ha detenido a una persona y ha acusado a otras cinco de contrabando de obras de arte. Los imputados pretendían exportar ilegalmente varios muebles históricos que habían pertenecido a Carlos IV y diversos cuadros procedentes del barroco mexicano. Según informó ayer la Dirección General de la Guardia Civil, la Operación Carolus, como ha sido denominada, se ha realizado en dos actuaciones diferentes y en colaboración con la Dirección Central de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Educación y Cultura.

La Dirección General de Bellas Artes advirtió a la Guardia Civil sobre la posibilidad de un intento de exportar ilegalmente diversos bienes catalogados de exportación prohibida. En la primera de las operaciones, realizada en Madrid, se recuperó un sofá de madera tallada policromada, con tapicería original, que formaba parte del conjunto mobiliario realizado en 1802 por el Real Taller de Ebanistería para uso del rey Carlos IV y su esposa doña María Luisa, con motivo de su estancia en Barcelona. Este sofá había sido declarado inexportable por el Ministerio de Educación y Cultura y fue incluido en el Inventario General de Bienes Muebles por la Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma de Madrid.

Dicho mueble había sido subastado en mayo de 1996 y adquirido por una anticuaria francesa, que lo dejó en depósito en manos de un intermediario residente en Madrid, F. B. A. A., durante más de dos años, hasta que el pasado mes de diciembre contrató una empresa de transportes internacionales para trasladarlo a una galería de arte de París, lo que fue impedido por la Guardia Civil. F. B. A. A., de 51 años, fue detenido como presunto autor de un delito de contrabando de obras de arte y otro de apropiación indebida.

Óleos mexicanos

En la segunda actuación se incautaron dos pinturas de óleo sobre lienzo: Tránsito de la Virgen y Desposorios de la Virgen del siglo XVIII, pertenecientes al Barroco Mexicano y realizadas por el artista Miguel Cabrera (Oaxaca, 1695-Ciudad de México 1768).

Estas obras también habían sido declaradas inexportables, ya que constituían dos de las escasas muestras de este estilo procedentes de América y existentes en nuestro país.

El coleccionista mexicano que las tenía en su poder pretendió sacarlas ilícitamente de España, llevándolas primero a Francia y después a Estados Unidos con el fin de burlar los controles aduaneros. Las investigaciones de la Guardia Civil consiguieron la localización y la incautación de las pinturas en Irún, y se procedió en Madrid a la detención de F. B. A. A. como presunto autor de dos delitos.