Las fiestas navideñas garantizan la ausencia de aglomeraciones en pistas

La segunda gran avalancha de aficionados al esquí se hará esperar al menos hasta el próximo lunes. La costumbre de pasar los días de Navidad en familia asegura a quien se disponga a acercarse a una estación la posibilidad de disfrutar al máximo en plena temporada baja. La segunda gran nevada de la temporada permitirá, además, disfrutar de un fin de semana casi perfecto con espesores superiores al metro de nieve de calidad polvo-dura.

Apenas un par de semanas después de haber estado al borde del colapso durante el puente de la Inmaculada, las estaciones de esquí del entorno vivirán a partir del lunes próximo un nuevo aluvión de aficionados. Previamente, durante el próximo fin de semana los aficionados al deporte blanco podrán disfrutar de unas pistas prácticamente desiertas. La costumbre de celebrar en familia tanto la Nochebuena como el día de Navidad hace que los esquiadores vascos apenas se desplacen a la montaña. Eso permitirá disfrutar de todas las instalaciones casi en solitario a quien se acerque a un centro invernal.Las fechas navideñas supondrán, eso sí, una leve variación en los horarios. El próximo sábado, la mayoría de las estaciones abrirán únicamente por la mañana. Se mantendrá el horario habitual de apertura para cerrar a mediodía. Por el contrario, ni en Nochevieja, ni en Año Nuevo se alterará la apertura y cierre de unas pistas que, de nuevo, esperan aglomeraciones a tenor de la ausencia de plazas libres para reservar.

Mientras, las estaciones de esquí presentan los primeros espesores de nieve importantes, especialmente en aquellos centros invernales orientados al norte que recibieron la mayor parte de las precipitaciones durante la pasada semana. Claro ejemplo de ello es la estación de Alto Campoo (Cantabria) que ofrece 130 centímetros de nieve en la cota baja, llegando a los 170 en la alta.

Con la bajada posterior de las temperaturas, la nieve caída ha comenzado a sufrir ya la primera transformación presentándose en calidad dura a primera hora para convertirse en polvo a lo largo de la jornada.