Fracasa la propuesta del ala izquierda de subir los impuestos

Los impuestos centraron el debate del programa electoral del PSOE en la reunión que ayer celebró el Comité Federal en el que la oferta a los ciudadanos se aprobó con sólo dos abstenciones y en el que se rechazaron las 102 enmiendas presentadas. Hubo controversia respecto a si los socialistas subirán o no los impuestos si ganan las próximas elecciones. El debate lo zanjó, con el apoyo mayoritario, el candidato a la Presidencia del Gobierno, Joaquín Almunia, afirmando que los socialistas no los aumentarán. Esto ocurría a puerta cerrada pero el responsable del programa electoral, Juan Manuel Eguiagaray, públicamente hizo la misma afirmación solemne y así figurará en el texto definitivo.La controversia vino ante el intento de dirigentes de la izquierda ideológica del PSOE, de que se abriera la posibilidad de subir los impuestos. El ex candidato a la Presidencia José Borrell intentó una transacción entre la mayoría y la izquierda que no fue aceptada por cuanto que podría provocar confusión. Borrell proponía que el PSOE se comprometiera simplemente "a no elevar el tipo máximo".

El secretario general adjunto del Grupo Socialista, Francisco Fernández Marugán, también intervino en el debate y dio en la clave, según le dijo Almunia, al señalar que quizá el PSOE no sólo renunciaba a subir impuestos sino que, si la economía seguía creciendo, podrían incluso bajar. Ni bajar ni subir, fue la conclusión. El electorado debe saber, reiteró Almunia, que en su programa no figura la subida de los impuestos para no ofrecer al PP la posibilidad de atacarles con el clásico argumento contra los socialistas de que son voraces recaudadores, según explicó en conversación informal Eguiagaray.

Otra controversia se produjo a propósito de la regulación por ley de la jornada laboral de 35 horas semanales como se ha hecho en Francia.La mayoría se opuso por considerar que es mejor incentivar a los agentes sociales que promulgar una ley que les obligue.