Un grupo de "ultras" amenaza a los jugadores del equipo madrileño

Dieciocho miembros de la peña rojiblanca Frente Atlético, algunos imberbes, adolescentes en su mayoría, se acercaron ayer por la mañana hasta la Ciudad Deportiva del Atlético, en el Cerro del Espino de Majadahonda, para insultar y amenazar a los jugadores de su equipo."¡Se avecinan problemas!", gritó uno de los hinchas a los jugadores. "¡O ganáis o va a correr la sangre...! ¡mercenarios...! ¡como bajéis a Segunda ya podéis desaparecer...! ¡Lardín, vete al Espanyol...! ¡todos los que vienen del Espanyol, que se vayan a la mierda!".

No tardó en aparecer un convoy de la Guardia Civil para evitar altercados. Tres todoterrenos y algunos agentes uniformados y de paisano se desplegaron por los alrededores del campo de entrenamiento. Los fanáticos se replegaron entonces a la salida del solar de la Ciudad Deportiva, desde donde continuaron increpando a los jugadores que iban saliendo. Los más afectados fueron los delanteros José Mari y Lardín. Para el primero, que tiene una importante oferta del Roma, los insultos pueden representar un estímulo para dejar el Atlético en diciembre. José Mari ya no oculta signos de hastío. A su bache futbolístico se suma su cada vez más difícil adaptación al club. Y ahora le duele la ruptura afectiva entre la grada y la plantilla.

El empate del Altético en Las Palmas (2-2) el miércoles pasado no ha servido para aplacar la ira de los seguidores rojiblancos, cada vez menos conformes con la desconcertante línea de juego de su equipo. Uno de los responsables de este apartado es su técnico, Claudio Ranieri, que ayer dijo no haberse dado cuenta de la presencia de los intimidadores. "Estaba en el vestuario, haciendo la convocatoria", explicó a la prensa. "Pero ahora debemos estar más unidos que nunca". Al salir, Ranieri se encontró con los hinchas violentos. Bajó la ventanilla de su coche y procuró lanzarles un mensaje fraternal: "Cuando las cosas van mal no hay que insultar, sino apoyar al equipo; tenemos que estar unidos".