Gil admite que conoce las licencias urbanísticas que se conceden en Marbella

El alcalde de Marbella, Jesús Gil, dio ayer un giro en sus argumentos y admitió que, además de elaborar las líneas generales de la política urbanística de la ciudad, recibe una lista de todos los convenios y licencias que concede su equipo de gobierno. En una nota de prensa, el primer edil asegura que, aunque no es él quien negocia directamente con los promotores, "sería absurdo pensar que no se le facilite una relación de todo lo que se aprueba en la Comisión de Urbanismo cuando se cumplen los requisitos legales pertinentes". Sin embargo, en todas las diligencias judiciales abiertas por presuntos delitos contra la ordenación del territorio, Gil ha reiterado que él no supervisa las decisiones de esta comisión.Unas líneas más abajo da marcha atrás e insiste en que "el alcalde no entra ni entiende en los casos puntuales porque resultaría imposible", aunque "suscribe" todas las actuaciones de sus concejales. El propio alcalde, en su comparecencia el pasado día 7 en el Juzgado de Instrucción número 5 por su imputación en el caso del Pecho de las Cuevas (la concesión de una licencia para dos bloques de ocho plantas en zona verde, según el PGOU de 1986), aseguró que él "sólo diseña el modelo de ciudad" y que desconocía esta licencia en particular.

Estas aseveraciones se producen un día después de que el gerente de Urbanismo, Juan Antonio Roca, declarase en las diligencias por el caso Incopromar (la concesión de una licencia para una construcción en zona verde que además supera la altura contemplada en el ordenamiento del territorio vigente) que Gil conoce las licencias y convenios urbanísticos que aprueba la comisión de gobierno. Además dijo que el alcalde se mostró "muy interesado" en esta licencia en particular.

Gil reconoció también que conocía este convenio y que es cierto que tenía "gran interés". La razón: "Nos encontramos con tres casas en ruinas y con una pésima estética. El alcalde vio con satisfacción cuando se demolieron". La promotora del difunto periodista Antonio Herrero construyó un bloque de apartamentos de nueve plantas.