CiU aplaza la negociación con Esquerra y reanuda el diálogo con Fernández Díaz

La presión ejercida anteayer por el PP, que amenazó incluso con votar contra la investidura de Jordi Pujol, obligó a los dirigentes de CiU a cambiar de estrategia y aplazar las negociaciones técnicas con Esquerra previstas para ayer. Los nacionalistas retomaron el diálogo con los dirigentes del PP catalán, y en la noche del jueves el secretario general de Convergència, Pere Esteve, telefoneó al presidente regional del PP, Alberto Fernández Díaz, para limar asperezas. Ambos quedaron en reunirse en la mañana de ayer.CiU se había confiado, creía que tenía asegurados los votos del PP para la investidura de Jordi Pujol y se dedicó en exclusiva a captar la abstención de los republicanos. Se trataba de impedir a toda costa la división parlamentaria en dos bloques, los progresistas y los conservadores, como ocurrió en la elección del presidente de la Cámara catalana. Además, CiU debía cumplir el mandato de sus órganos de dirección respectivos de intentar un pacto con Esquerra Republicana.

Nacionalistas y populares mantuvieron ayer una entrevista de más de una hora en un céntrico hotel de Barcelona que finalizó sin un acuerdo entre ambas formaciones políticas. Fernández Díaz y el secretario general, Rafael Luna, comunicaron a Esteve y al líder de Unió, Josep Antoni Duran, que de momento el PP no votará a favor de Pujol pero que están dispuestos a cambiar de orientación.

El diálogo puede continuar pero siempre y cuando CiU concluya sus negociaciones con ERC. "Todavía le toca a CiU mover ficha", manifestó Fernández Díaz. "Una vez finalicen las negociaciones con ERC, evidentemente el PP está dispuesto a escuchar sus propuestas, sin que ello determine una predisposición a un voto favorable".

"¿Qué tenemos que hacer para que votéis a favor?", preguntaron los negociadores de CiU. Los populares respondieron que ahora no era el momento de plantear este asunto porque CiU continuaba negociando con Esquerra Republicana. Fernández recomendó a los dirigentes nacionalistas "un poco de humildad y un poco menos de prepotencia si realmente aspiran a tener el mayor apoyo a su candidato en la sesión de investidura", según fuentes del PP. El dirigente del PP coincidió con el ministro Josep Piqué en advertir a los nacionalistas de que no planteen el tema de la investidura como "un cambio de cromos" mezclando la gobernabilidad de España, ya que ésta fue fruto de "acuerdos muy concretos" entre el PP y CiU lo que, a su juicio, no ocurre en Cataluña.