El Encuentro de Creadores de la SGAE propone una "revolución cultural"

El II Encuentro de Creadores desarrolló ayer un intenso debate en cinco grupos de trabajo que presentarán hoy sus conclusiones. Estas discusiones parten de varios estudios que señalan las carencias de cada sector, como la del teatro, que, aunque recauda el doble que el cine español y le iguala en espectadores, está en situación precaria. Eduardo Bautista, de la SGAE, dijo ayer que en España "hace falta una revolución cultural".

"Esta reunión no es un cuento de los autores, sino de toda la sociedad", afirmó Guillermo Adams, comisario del centenario de la SGAE y coordinador del encuentro en el que participan cerca de 400 representantes del mundo de la música, el cine, el teatro y la danza. "Los autores han manifestado que quieren que sus conclusiones sirvan para presentar un documento con propuestas concretas al Gobierno y a los partidos políticos. Y están de acuerdo en que deben ser elaboradas en común".No se trata de conclusiones tomadas sobre la marcha, sino fruto de varios estudios encargados a especialistas, sobre los que se ha venido discutiendo desde hace meses. Uno de ellos, preparado por el economista Gustavo Buquet, señala las principales características de cada área de creación en España. Según Buquet, el sector más desarrollado en España es el de la música, al que siguen el cine, el teatro y la danza.

En el terreno discográfico conviven dos procesos de producción y lanzamiento de discos muy diferenciados: el de las multinacionales y el de las independientes. El primero, compuesto por las seis grandes empresas mundiales, controla el 86% de la venta de discos, apoyada en las superventas, los discos que sobrepasan las 50.000 copias. Los sellos independientes españoles son entre 50 y 60 empresas, que, por término medio, venden mil unidades de cada disco y se sitúan en el nivel de la subsistencia. Son estos últimos los que suelen sacar a los nuevos artistas, con el riesgo de que pasen inadvertidos ante el apabullante aparato promocional de las multinacionales.

Según Buquet, la forma de lograr que un mayor número de artistas y grupos se inserte en el proceso profesional es consolidar empresas preparadas para vender entre 5.000 y 50.000 copias.

En el cine, a diferencia de la música, es más difícil promover la consolidación de empresas medianas, ya que la competencia es a nivel mundial, y las grandes productoras locales son en realidad empresas microscópicas comparadas con las de Hollywood. Esto hace que la capacidad de inserción de nuevos realizadores dependa de la consolidación de empresas ya establecidas.

La mayor paradoja se da en el caso del teatro español. Aunque tiene una cifra similar de espectadores a la del cine español (11,2 millones en 1998) y recaudó en el mismo año 15.000 millones de pesetas, casi el doble que el cine, se encuentra en situación precaria. Así como el sistema de ayudas al cine logró consolidar un importante conjunto de empresas, el teatro cuenta con ayudas escasas y dispersas, no tiene mucha repercusión en los medios y le hace falta glamour. En el caso de la danza, con un 10% del público del teatro, las dificultades para los profesionales se multiplican.