El Real Madrid se funde en Atenas

El Panathinaikos, considerado el equipo más poderoso de Europa, escribió otra página negra para la tétrica historia del Real Madrid en Atenas sin necesidad de escándalos arbitrales ni incidentes de público con los que justificar una lacerante derrota gestada, única y exclusivamente, en la insultante superioridad del equipo griego.El Panathinaikos pasó como un rodillo por encima del Real Madrid. Bodiroga, el ténico Obradovic y Rogers encerraron su pasado blanco en el vestuario. En apenas seis minutos, los griegos ya doblaban a los madridistas en el marcador (14-7). Uno después, Scariolo pedía tiempo muerto para intentar frenar la avalancha liderada por Rebraca y Burke, amos absolutos de las zonas de principio a fin. Todo fue en vano. El cambio del Real Madrid a zona completó el círculo. Oded Katash, Rogers, Kalaitzis y Bodiroga vieron el cielo abierto y, a cinco minutos del intermedio, la estadística arrojaba un demoledor ocho de ocho en triples para los griegos, que terminaron el periodo con nueve de doce desde los 6,25 y veinte puntos de diferencia (51-31).

A partir de ahí, a los madridistas sólo les quedó la gallardía de presionar en toda la cancha contra un rival inalcanzable que, pese a todo, se apiadó de ellos ayudado por ventajas que nunca, exceptó con el 51-34 del minuto veintiuno, bajaron de los veintidós puntos.