La ayuda española al desarrollo no supera el 0,25% del PIB
Pese a que la economía española disfruta de un ciclo alcista, la ayuda oficial al desarrollo sigue sin superar el 0,25% del producto interior bruto (PIB), muy lejos del 0,7% que hace años movilizó a amplios sectores de la población contra el entonces Gobierno socialista. Las cifras oficiales correspondientes a 1988 reflejan que el volumen total de recursos de todas las administraciones públicas superó los 208.100 millones, pero en esta cifra están incluidas partidas tan dispares como las cuotas que España paga a organismos internacionales o los créditos FAD, reembolsables por los países en vías en desarrollo que los reciben para adquirir productos españoles.En la cooperación bilateral española no reembolsable se incluyen también las operaciones de deuda externa -por la que se condona la deuda a los países más pobres altamente endeudados-, operaciones, que en 1998 ascendieron a más de 20.000 millones, cerca del 10% de la ayuda española.
La cooperación bilateral para programas y proyectos, no reembolsables por los países receptores, y que se destina a la cooperación técnica, cultural y científica, la ayuda alimentaria, de emergencia y las subvenciones y ayudas a las ONG ascendió a 47.295 millones.
La presentación de estas cifras el miércoles en el Congreso volvió a suscitar las críticas del PSOE, que acusó al Gobierno y al PP de incumplir su promesa electoral de acercarse al 0,70% del PIB. El secretario de Estado de Cooperación, Fernando Villalonga, señaló que la ayuda española supera la media de los países desarrollados, lo que en opinión de la oposición es un flaco consuelo, ya que se ha producido una drámatica caída en la ayuda internacional.
En términos absolutos la ayuda española al desarrollo ha pasado de 168.000 millones de pesetas en 1995 a los 208.000 millones de 1998. El grueso de la ayuda española no reembolsable, el 41,5%, sigue dirigiéndose a Latinoamérica con Perú, Bolivia y Nicaragua como primeros destinos. Marruecos y Costa de Marfil son los otros dos países que figuran entre los cinco primeros receptores de ayuda española.
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