Energía cuadruplicada para "Turandot"

"Tarde, tarde. Has entrado tarde". "Al suelo, todos al suelo". "Los que entran en escena después deben hacerlo como si estuvieran exhaustos". Núria Espert no paraba ayer de dar instrucciones a los solistas, coros y figurantes que deben inaugurar el próximo 7 de octubre el nuevo Liceo con la ópera Turandot, de Puccini. Ensayaban el inicio del primer acto, cuando ante las murallas de la ciudad imperial de Pekín la muchedumbre se reúne para presenciar el ajusticiamiento del príncipe de Persia quien, como muchos otros, no encontró solución a los tres enigmas planteados por la sangrienta princesa Turandot. Núria Espert subía y bajaba del escenario y cuchicheaba al oído de sus asistentes, tres, las correcciones que quería introducir y dos de ellos también subían y bajaban del escenario, mientras el tercero seguía la partitura. "Ésta es una ópera que requiere del director de escena que cuadriplique sus energías, pero tengo a estos magníficos asistentes", decía la actriz y directora de escena junto a sus tres ayudantes. Espert aseguró que se siente encantada con el encargo de dirigir la ópera que abrirá el nuevo Liceo. "Es que parece imposible que todo esto", decía elevando los ojos hacia la reconstruida sala de relucientes dorados, "se quemara un día". Asegura Núria Espert que cree que ella puede aportar algo diferente a Turandot desde su condición de mujer. "Es una fábula que a mí me gusta mucho. Con esa mujer que tiene las manos llenas de sangre tras haber hecho ejecutar a tantos hombres. Aunque se la presenta como un personaje épico, yo la veo como uno de esos grandes personajes dramáticos clásicos". Solistas, coro y figurantes, cerca de unas 200 personas, trabajan ya desde el pasado lunes en el escenario del teatro, donde la monumental escenografía, cuyo muro posterior se abre dejando al descubierto unas marmóreas figuras, pone a prueba la nueva tecnología de la gigantesca caja escénica. Queda apenas una semana y media de ensayos antes del estreno, tiempo que, a pesar de que la directora de escena asegura que falta todavía mucho por hacer, es suficiente, dijo, para que el espectáculo funcione con las exigencias de calidad y acabado que se ha impuesto.