El Zaragoza acaba con el guión del Oviedo en un santiamén

Con este madrugador comienzo de Liga y con el primer parón en menos de dos semanas, algunos partidos aún tienen el tono general de pretemporada. Cuando el Oviedo se enteró ayer de que había partido oficial en La Romareda, el Zaragoza ya le había encajado el primer gol, uno de esos fogonazos tempraneros que pillan durmiendo a una defensa, y que cambian todo el guión.En los cinco primeros minutos el Zaragoza amagó una vez con Marcos Vales y apuntilló otra con Jamelli. El brasileño se intercambió los papeles con Milosevic y mandó un cabezazo a la red por toda la escuadra. Así fue requerido el Oviedo para cambiar toda la partitura. El Zaragoza cedió terreno y balón, y se entretuvo viendo a su rival enredarse en el uso de la iniciativa. Los locales fueron creciendo en su propia cicatería hasta que, por regalar, incluso obsequiaron al Oviedo con las ocasiones de gol. El equipo de Luis se iba al descanso sobrado de toque y huérfano de remate, hasta que Dely Valdés interceptó una cesión de Acuña a Juanmi y mandó el regalo al graderío.

En el segundo tiempo, el Zaragoza era un flan zarandeado por su propia hinchada y temeroso del empate ante un Oviedo inocente, pero cada vez más cerca de Juanmi. Inopinadamente, en menos de tres minutos, acabó con el partido gracias a un error de Esteban en una salida de su marco y a un lujoso adorno de Marcos Vales, el hombre del partido.