"El piloto estaba borracho", afirman los pasajeros de un vuelo a Bruselas

Los 121 pasajeros del vuelo 857 de la compañía Virgin de Madrid a Bruselas tuvieron ayer la sensación de que la pista de despegue de Barajas se había convertido en un patatal. El avión, que debía salir a las siete menos cuarto de la mañana y que finalmente despegó cuatro horas después, hizo su primer intento de marcha a las ocho y media. Con el primer acelerón, el Boeing comenzó a agitarse. "El piloto estaba borracho", comentaron los pasajeros. La compañía, por el contrario, atribuyó el bamboleo a una indisposición del comandante "por la reacción de los medicamentos que había tomado la noche anterior"."Ya estábamos mosqueados porque en el mostrador de facturación escuchamos comentarios sobre la borrachera del piloto, al que no podían levantar de la cama", relató una de las pasajeras, Gloria P. A los pocos minutos apareció el comandante. "Pasó por delante de nosotros con una pinta muy extraña y un usuario llamó a la policía para informar de que un piloto ebrio pretendía tomar los mandos del avión". Aún así, los 121 pasajeros entre los que se encontraban 10 niños, atendieron las instrucciones del personal de tierra y se acomodaron en el aeroplano. En marcha, comenzaron los tirones y los bandazos del avión. "El avión comenzó a dar bandazos y tirones , íbamos votando en el asiento y las azafatas se nos caían encima", recordaba indignada la usuaria.

Según los pasajeros, la jefe de cabinas pidió al piloto que no continuase el viaje, aunque un portavoz de Virgin insistió en que fue éste quien decidió no continuar al sentirse indispuesto.

Por fin, a las 11 de la mañana el avión despegó hacia Bruselas. Eso sí, con otro piloto, el pasaje acongojado y una baja; la de un viajero que cambió de compañía.