LA LACTANCIA EN PÚBLICO NO ES ELEGANTE

Los buenos modales varían según las latitudes, y el Reino Unido cuenta con una publicación que recoge y actualiza los más británicos de todos. Se llama Guía de las convenciones y las buenas maneras y viene publicándose desde 1769. John Morgan, responsable de la presente edición, ha hecho un monumental trabajo de modernización, pero ha preferido no ponerse al día en el tratamiento de la lactancia materna en público. Considera unas osadas a las mujeres que amamantan a sus hijos en cafeterías, restaurantes o cualquier local abierto. Pueden molestar a otros clientes con un acto "repulsivo para muchos", por lo que "las mujeres bien educadas deben dar el pecho en privado". "Segregar en público cualquier forma de líquido por cualquier orificio es una mala costumbre, incluida la lactancia", añade este integrista de las buenas maneras. La respuesta no se ha hecho esperar. Belinda Phibbs, responsable de la Fundación para la Infancia, le ha llamado retrógrado y ha animado a las madres a seguir dando de mamar a sus hijos. Furiosas, las asociaciones que agrupan a estas últimas han abandonado la más elemental cortesía para criticarle. Su encendido vocabulario en la réplica jamás hubiera aparecido en el libro del modoso Morgan.-