El "sueño" de un pequeño gran circo

El mundo del circo ha sufrido en los últimos años una pequeña revolución. Abandonando la pasión por el exceso y la espectacularidad del más difícil todavía, impulsos que lo habían llevado hacia un gigantismo crítico de dinosaurios, empiezan a ser numerosos los circos que, en España, al igual que en otros lugares de Europa, apuestan por la poesía, por el retorno al oficio o por una búsqueda vanguardista de nuevos caminos y públicos. Son los nuevos tiempos del circo. El valenciano Circo Gran Fele, que se presenta hoy dentro de la programación del Festival del Castell de Peralada, se encuadra dentro de este movimiento de renovación circense. El espectáculo que ofrecen en el interior de su carpa íntima, en la que todo sucede muy cerca del público, está inspirado, aunque muy libremente, en el Sueño de una noche de verano, de William Shakespeare, una pieza que permite, al transcurrir su acción en el interior de ese bosque encantado que habitan las hadas y los duendes, toda suerte de de inventos, payasadas y piruetas circenses. El Circo Gran Fele no utiliza animales por principio, éste es uno de sus signos distintivos. Otro signo es que su innovación se realiza desde la tradición: funambulistas, payasos, acróbatas, malabaristas... El sueño. Imágenes de una noche de San Juan es el tercer espectáculo de este circo creado en 1993, pese a que la sus promotores proceden de gente del circo de toda la vida. Su público son los niños y los adultos. Su poesía vuela siguiendo la inspiración de Shakespeare. ¿Qué más se puede pedir? - P.L.