Barcina se convierte en la primera alcaldesa de Pamplona

Yolanda Barcina se convirtió ayer en la primera alcaldesa de la historia de Pamplona. Apoyada únicamente con los 12 votos de los corporativos de su partido, Unión del Pueblo Navarro (UPN), Barcina accedió a la alcaldía por los acuerdos de gobernabilidad suscritos con el PSN-PSOE, que provocaron en la sesión constitutiva del nuevo Ayuntamiento la abstención de los cuatro concejales socialistas. El PSN ha rechazado las ofertas de la alcaldesa para gobernar en coalición y se quedará en la oposición. En el exterior del consistorio se produjeron algunos incidentes entre grupos de personas que esperaban la llegada del miembro de ETA y concejal de EH Juan María Etxabarri y efectivos policiales que protegían la zona. Se practicaron al menos dos detenciones y el concejal de EH José Martín Abaurrea fue zarandeado y conminado a abandonar el lugar por varios policías. El activista Buru Gogor, condenado a seis años de cárcel por pertenencia a banda armada, permaneció en el Ayuntamiento durante 45 minutos. Prometió acatamiento a las leyes constitucionales "por imperativo legal" y en lengua vasca, como sus cinco compañeros de EH, y pudo reunirse con sus familiares por espacio de algunos minutos. Después, la policía lo trasladó de nuevo a la prisión de Pamplona. Etxábarri no recibió de manos de la alcaldesa la medalla de oro de la ciudad, que también fue rechazada por otros concejales. Todos los partidos presentes en el Ayuntamiento (UPN, PSN-PSOE, CDN e IU-EB) habían firmado previamente un documento expresando su total rechazo a la presencia del concejal etarra. La propia alcaldesa tuvo un emotivo recuerdo para el anterior portavoz del grupo municipal de UPN, Tomás Caballero, asesinado por ETA el pasado año. Tras recibir la vara de mando de la ciudad de manos del alcalde saliente, Javier Chourraut (CDN), Barcina dijo que practicará el diálogo con todos partidos, pero dijo estar segura de que se encontrará en ese camino "con algunos que se autoexcluyen".