El Gobierno colombiano acepta desmilitarizar una zona y exige la liberación de los rehenes

El Ejército de Liberación Nacional colombiano (ELN) está "arrepentido" del secuestro de decenas de feligreses, hace ya una semana, en una iglesia de la ciudad de Cali. La organización guerrillera -la segunda en importancia en el país- no tenía "la intención" de secuestrar personas en una iglesia, ni pretendía herir sentimientos religiosos. Así lo dijo ayer Nicolás Rodríguez, Gabino, su máximo comandante, en una entrevista con la agencia alemana de noticias DPA. Como muestra de arrepentimiento, el sábado fueron liberados cinco de los secuestrados, dos mujeres entre ellos. Tras estos actos públicos de contrición, el Gobierno aceptó al mediodía de ayer la condición exigida por el ELN para la liberación de los 55 rehenes restantes, que permanecen divididos en grupos en las frías montañas de la cordillera occidental: la desmilitarización temporal de una amplia zona.Pero el Gobierno exigió, por su parte, la liberación de "todos" los retenidos, incluidos los 25 capturados en el secuetro de un vuelo comercial hace más de un mes, y que la liberación se produzca en una fecha pactada con anterioridad. El Gobierno aseguró también que una liberación masiva podría convertirse en el primer paso para la reanudación del diálogo con el ELN. Según la periodista que habló telefónicamante con Gabino, el guerrillero se disculpó con la Iglesia y con el pueblo colombiano por esta acción que no tenía la bendición de la dirección del ELN. Mientras, en Cali, cerca de 300.000 personas se manifestaron en diversos puntos de la ciudad para exigir la liberación de todos los secuestrados tanto en poder de grupos de extrema izquierda como de los paramilitares de la extrema derecha.