La esperanza y el desaliento de la metadona

Luis Miguel tiene 29 años. Claudio tenía 36. Ambos conocieron la heroína desde su adolescencia. Luis Miguel se unió con una toxicómana y tuvo un hijo. Claudio también se casó con una mujer y tuvo tres hijos. Ambos entraron al programa de suministro médico con metadona y asistían a la parroquia de Carabanchel del cura Julio Yagüe en busca de esperanza.Hoy, Luis Miguel se está recuperando. Vive para su hijo y su nueva pareja. Asiste a un taller de artes gráficas y quiere trabajar como diseñador. Claudio, en cambio, murió de sobredosis. El tratamiento con metadona fue insuficiente para su recuperación, pese al gran empeño que puso para salir de las garras de la droga.

En su parroquia, el cura Yagüe trabaja con drogodependientes desde hace 14 años. Cuenta que su vida se ha llenado de historias llenas de esperanzas y de desaliento como las de Luis Miguel y Claudio. Su misión está orientada al apoyo psicológico y espiritual de los adictos a la heroína.

Relata que empezó con esta tarea al toparse con la realidad: "Cuando vi lo que había en la calle pensé que había que hacer algo". Lo que había en la calle eran chavales sin oficio y drogadictos. El algo ha acabado siendo unos talleres de cerámica, serigrafía y diseño por ordenador y otros.

Ahora quiere darles otras alternativas. "No hay drogadicto que sea feliz, aunque crea lo contrario al principio".