La carrera por los contratos de petróleo

Las relaciones económicas entre Italia e Irán pasan por una fase de reactivación. El pasado 1 de marzo, la Agip, -la rama del Ente Nacional de Hidrocarburos (ENI) que se ocupa del petróleo- firmó con la francesa Elf un contrato en Irán para explotar el yacimiento petrolífero de Doroud, en el golfo Pérsico. La inversión, que asciende a casi 800.000 millones de pesetas, será efectuada en tres años, y las autoridades italianas y francesas esperan rentabilizarla en un plazo de diez años. Irán se convierte así en el segundo país suministrador de petróleo a Italia, después de Libia. Junto al ENI, otras firmas, como Italtel y Ansaldo, han viajado recientemente a Irán, acompañando al ministro de Exteriores italiano, Lamberto Dini, en algunos casos con la mirada puesta en los negocios. Existen también desacuerdos importantes, como el relativo a la renegociación de un contrato firmado en la época del sah con la firma Ansaldo para el suministro de materiales con destino a la central eléctrica de Bandar Abbas. Pero, en lo esencial, la llegada de Jatamí a Roma tiene un carácter más político que económico, y viene a ser algo así como un ensayo general de la política exterior del régimen iraní, desesperadamente necesitado de abrirse a Europa. El presidente iraní pronunciará hoy una conferencia en el Instituto de Estudios Europeos de Florencia para explicar los aspectos esenciales de la reforma democrática que pretende llevar adelante en su país. El jueves se entrevistará con el papa Juan Pablo II en el Vaticano. Tras este primer viaje de un líder iraní a Occidente veinte años después de la revolución islámica, en las próximas semanas está prevista una nueva visita de Jatamí a Europa, en esta ocasión a Francia. Incluso es posible que más adelante decida aceptar la invitación que le ha cursado Alemania.