El sol acompaña a más de 80.000 asistentes a la "romeria de les canyes"

Más de 80.000 personas rememoraron ayer en Castellón, con la romería a la ermita de la Magdalena, un rito procesional de gratitud a Santa María Magdalena, que data del siglo XIII. Un soleado día acompañó a todos los romeros, entre los que se encontraban los secretarios de Estado Fernando Villalonga y Juan Costa, el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, y el presidente de las Cortes, Héctor Villalba, mientras que el ministro de Administraciones Públicas, Ángel Acebes, que había anunciado su participación, no estuvo presente. El único incidente registrado fue un conato de incendio que afectó a unos matorrales situados por la parte de detrás de la ermita. El resto de la caminata discurrió normalmente. La participación, aunque muy numerosa, fue algo menor que en años anteriores, en los que se alcanzaron hasta 100.000 romeros. Sin embargo, resulta imposible proporcionar una cifra exacta, dadas las dimensiones del camino y el río de gente que, hasta ya entrada la tarde, sube hasta el cerro. Lo que sí es cierto es que a la salida de la comitiva, en el Plaza Mayor de la capital de La Plana, se percibió un menor número de romeros que, ante la demora en la salida oficial, decidieron emprender camino antes de que finalizara la misa en la catedral de Santa María. El Caminàs y la ermita de de Sant Roc de Canet volvieron a ser escenarios de parada, mientras que el almuerzo de tortilla de fabes tendres, la figa i el dosset per a beure, resultaron, como manda la tradición, el avituallamiento más común. Los romeros fueron llegando poco a poco y por caminos diferentes hasta el cerro, en donde ya se cocía el arroz de una paella monumental para 2.000 personas. También al pie del cerro tuvo lugar el reparto de rotllos y, los más afortunados y entrenados llegaron hasta la ermita, donde tocaron la campana que da fe de la culminación del trayecto. La vuelta o tornà de la romería fue, como suele ser habitual, mucho menos numerosa que la ida. Posteriormente tuvo lugar la procesión de penitentes y, ya de noche, el desfile de las gaiates de los 19 sectores en los que se encuentra repartida la ciudad, que quedaron instaladas en el Parque Ribalta.