Gas y ciclo combinado

La compañía eléctrica asturiana Hidroeléctrica del Cantábrico ha adquirido ya 150.000 metros cuadrados de terreno para construir su central, con una previsión de gasto de 30.000 millones y que prevé producir energía a finales del año 2001. El proyecto apuesta por una central de ciclo combinado de 450 megavatios con circuito cerrado y torre de refrigeración. Por su parte, Iberdrola ha adquirido 400.000 metros cuadrados de terrenos para construir justo al lado una central de ciclo combinado con gas natural de 800 megavatios de potencia y sistema abierto de refrigeración. Su presupuesto de construcción asciende a 28.000 millones. Entre ambos proyectos se crearían unos cien empleos directos e indirectos y su capacidad conjunta multiplicaría por ocho la actual potencia eólica instalada en Navarra, aproximándose a los tres millones de megavatios/hora, frente a un consumo registrado en Navarra de apenas 2,8 millones de mgw/hora en 1997. Los argumentos económicos son determinantes entre los partidos que apoyan su instalación. UPN-PP, PSN-PSOE y CDN coinciden en advertir del riesgo de que ambas centrales se acaben ubicando en los márgenes del Ebro en La Rioja con el consiguiente perjuicio económico para las arcas forales (unos 2.500 millones de ingresos anuales por IVA) y los mismos resultados medioambientales. El resto de los partidos mostró sus reticencias hacia los proyectos. Los consejeros de Industria y Medio Ambiente consideran, no obstante, coherente con el Plan Energético de Navarra la instalación de ambas centrales. Yolanda Barcina apunta, desde Medio Ambiente, que después de las energías renovables, las de ciclo combinado con gas natural "son el sistema complementario más limpio que existe en la actualidad para la producción de energía eléctrica". Ramón Bultó, consejero de Industria, ha reconocido que la ley de Ordenación del Sector Eléctrico de 1997 impide a la Administración foral actuar contra los proyectos si éstos cumplen la legalidad.