Medio Ambiente sostiene que la Azufrera de Tarragona no contaminó

Los técnicos del Departamento de Medio Ambiente que declararon ayer en el juicio contra los propietarios de la Azufrera Pallarès, de Tarragona, acusados de un delito ecológico, negaron rotundamente que esta empresa haya contaminado y que ni siquiera haya sobrepasado nunca los límites de emisión de dióxido de azufre a la atmósfera, en contra de lo que afirman los Mossos d"Esquadra y un instituto independiente. Según los técnicos de la Generalitat, la empresa no emitía gases al aire, sino que los venteaba, por lo que no le era aplicable la legislación vigente.

Por tercer día consecutivo, ayer continuó en la sección segunda de la Audiencia de Tarragona la vista oral contra los tres propietarios y el encargado de la empresa Azufrera y Fertilizantes Pallarès (Afepasa), acusados de un delito contra el medio ambiente y otro de riesgo. El fiscal pide para los cuatro un total de 15 años de prisión y una multa de 37 millones de pesetas. Por la mañana, los técnicos del Instituto Catalán de Inspección y Control Técnico (ICICT) ratificaron ante el tribunal que en dos fechas de 1993 y 1995 Afepasa sobrepasó los límites legales de emisión a la atmósfera de dióxido de azufre. En concreto, en una ocasión se registraron 13.385 miligramos por metro cúbico y en otra 7.665, cuando el límite máximo legal autorizado es de 4.300. Esta versión coincidió con la ofrecida el martes por los agentes de la Brigada de Medio Ambiente de los Mossos d"Esquadra. Los técnicos del Departamento de Medio Ambiente negaron ayer que la azufrera hubiera sobrepasado en alguna ocasión los límites legales de emisión a la atmósfera. Oriol Puig, subdirector general de Calidad del Aire de la Generalitat, utilizó ante el tribunal una argucia semántica para avalar su tesis. Puig declaró que hasta el año pasado la empresa Afepasa no emitía gases a la atmósfera, sino que los venteaba. Es decir, la chimenea por la que expulsaba el dióxido de azufre era de tiro natural y en este caso los gases se ventean. Si la chimenea hubiera sido de tiro forzado, como sucede en la actualidad tras la instalación de un ventilador, sí que habría emitido gases. Por tanto, la conclusión de Oriol Puig es que si no emitía gases tampoco le era aplicable la legislación sobre los límites máximos, porque ésta siempre se refiere a emisiones y no a venteos. El subdirector general también negó que la azufrera se excediera en los límites de inmisiones (contaminación detectada en el aire en los alrededores de la planta) porque aunque sí sobrepasó el valor guía (media diaria) nunca se disparó el valor límite (media anual).