Valencia se vuelca en la primera representación de "La Festa" fuera de la basílica de Elche

La iglesía de la Compañía de Jesús, a espaldas de la Lonja de Valencia, estaba ayer a rebosar de un público expectante que no se quiso perder la primera representación, fuera de la basílica de la ciudad ilicitana, de El Misteri d"Elx, también conocido como La Festa. La Capella del Misteri d"Elx sólo interpretó un concierto escenificado, una pieza abreviada del drama litúrgico que la República declaró monumento artístico nacional en 1933 y que ahora opta a ser patrimonio de la humanidad, pero el reclamo de su belleza teatral y musical fue suficiente para superar las expectativas. La representación se inscribe en los actos organizados por la exposición La luz de las imágenes de la catedral.

No había magrana, el espectacular ingenio del siglo XVI mediante el cual el ángel provisto de la palma le anuncia la inmediatez de su muerte a la Virgen, ni otros de los elementos escénicos, pero la idea cuajó entre la gente que, además, no tuvo que pagar entrada. La solemnidad del impresionante órgano, interpretado por Ramón Cano, dio paso a la calidez de las voces de los niños, y la única pieza teatral que, como recordó el presentador del concierto de ayer, el papa Urbano II permitió seguir representando en el interior de las iglesias tras el Concilio de Trento, se adueñó de la iglesia de la Compañía de Jesús. En primera fila se hallaban el consejero de Cultura, Manuel Tarancón, y el secretario de Estado de Administración Territorial, Francisco Camps, entre otros cargos políticos. El Misteri d"Elx se está representando desde hace 500 años, aunque su origen no está muy claro. El concierto escenificado duró una hora y 15 minutos, entre una hora y media y dos horas menos que el drama original. Participaron 60 actores. Por otra parte, fuentes de la Consejería de Cultura destacaron el elevado número de visitantes ayer a la exposición La luz de las imágenes, en su primer día.