El ex juez Forteza se sienta en el banquillo acusado de dos estafas

Guillermo Forteza, el magistrado apartado de su carrera por el Consejo General del Poder Judicial en 1989, famoso por las redadas que impulsó en varios locales de alterne de Valencia y la apertura de un juicio por blasfemia contra un grupo teatral, Els Joglars, volvió ayer a una sala de vistas, aunque, en este caso, en condición de acusado. El fiscal solicitó ayer, en el juicio celebrado en la Audiencia de Valencia, cuatro años de prisión para Forteza, al que acusa de dos delitos de estafa y otra infracción de esta naturaleza en grado de tentativa. Según el ministerio público, Forteza pidió dos millones de pesetas a dos reclusos de la cárcel de Picassent a cambio de conseguir su libertad, factible, aseguró, por "sus amistades e influencias" en el ámbito de la Justicia, informa Europa Press. El ex magistrado negó que se realizara esa oferta, y limitó la reclamación de esas cantidades a las minutas, "justificadas y exigibles" por su trabajo. Sin embargo, Josefa B. C., esposa de un tercer preso al que se le hizo idéntica oferta, declaró ante el tribunal que Forteza le aseguró "que todo era cuestión de dinero". Según la testigo, que declinó las propuestas del ex juez, éste le aclaró: "Por dos millones, dejo a su marido libre". El dinero era básico "para que la maquinaria se pusiera en marcha". Josefa B. C. desestimó esa posibilidad y denunció la oferta ante la Fiscalía. "Yo alucinaba", declaró ayer en el juicio. En este caso, el acusado no recibió dinero alguno. El fiscal también solicita la inhabilitación de Forteza para ejercer su actual profesión, la abogacía.