Enseñanza flexible

Los alumnos del IES Lucus Solis, de Sanlúcar la Mayor, gozan en estos días de una instrucción inusualmente completa, aunque quizá un tanto espartana. Como casi cada año, los poderosos ábregos o quién sabe si el áspero solano han levantado parte de la ligera cubierta translúcida que constituye la parte central de la techumbre de uno de los edificios del centro. Naturalmente, nuestra inefable delegación provincial de la Consejería de Educación ha reaccionado como suele, es decir, que no ha reaccionado. Pero no se apresuren a lanzar sus dardos contra tan egregia institución: en este caso, sin duda alguna, se habrá valorado cúanto bien no hará a nuestros pupilos, hijos del bienestar y de la molicie, un poco de disciplina física.Imaginen por un momento qué clase de fortaleza podrán adquirir tras tan cruda exposición a los meteoros, cómo mejorará su psicomotricidad al tener que evitar las caídas por deslizamientos en los pasillos y escaleras encharcados o cómo, en fin, la experiencia de las corrientes encajonadas y de las aulas refrigeradas podrá endurecerlos para arrostrar las condiciones igualmente desapacibles del mercado laboral juvenil. Fíjense si esto es o no enseñanza flexible, dinámica y moderna, adaptada al medio, y admiren qué gran servicio se está haciendo a estos jóvenes ciudadanos, capaces sin duda -quienes sobrevivan a la neumonía- de elevar en el futuro hasta cotas insospechadas la capacidad competitiva de nuestra sociedad.- Profesor del IES Lucus Solis de San Lúcar la Mayor.