La mayoría de los vascos rechaza que la Iglesia opine sobre política

Los vascos no quieren que la Iglesia intervenga en la política. Además, piensan que su actuación no responde a las necesidades espirituales, ni a los problemas morales, familiares y sociales de hoy día. Esta censura se traduce en unos porcentajes que sitúan en sólo el 35% a quienes creen que sí lo hace. Esto revelan los datos del Sociómetro de otoño, dado a conocer ayer por la Lehendakaritza y cuya recogida de datos se efectuó tras las elecciones vascas, entre el 27 de octubre y el 5 de noviembre. Se realizaron 2.851 encuestas en los tres territorios y el error muestral se sitúa en un 1,87%, con un nivel de confianza del 95,5%. La política del Gobierno es el asunto en el que menos se comprende que la Iglesia tome partido públicamente. Sólo un 36% aprueba su intervención en ese terreno. Tampoco la homosexualidad ni las relaciones extramatrimoniales tienen por qué ser objeto de sus pronunciamientos, según la mayoría de los vascos. Los problemas del Tercer Mundo, la discriminación racial, el desarme o el paro sí serían, en cambio, terrenos de su competencia para más del 60% de los encuestados. Entre los líderes políticos, sólo Juan José Ibarretxe, que realizaba su primera ronda de contactos para formar Gobierno en las fechas del sondeo, y José Antonio Ardanza logran el aprobado, con un 5,1 y un 5,9, respectivamente. Por primera vez los partidarios de la independencia se sitúan por delante de quienes se oponen a ella. Los primeros han ganado dos puntos y son ahora el 27%, mientras los que no la aceptan pierden tres y se sitúan en el 22%. Un 36% la aceptaría o no según las circunstancias y un 15% no sabe o no contesta.