CiU varía su voto sobre fundaciones sanitarias sin dar explicaciones

Los hospitales públicos podrán convertirse en fundaciones públicas sanitarias a partir de enero. Gracias al apoyo de los nacionalistas catalanes y canarios, el Grupo Popular logró ayer en el Congreso aprobar esta nueva figura, que permite a los centros sanitarios una mayor autonomía de gestión. De los socios del Gobierno, sólo el PNV mantuvo el mismo voto que hace una semana en el Senado y se abstuvo.

Paradójicamente, la vía abierta ayer en el Congreso no se aplicará en Cataluña, que ya gestiona de forma autónoma el sistema público de salud. El PP consiguió ayer lo que no necesitaba hace una semana en el Senado. Si allí le bastaron sus votos para aprobar la creación de fundaciones públicas sanitarias, ayer, en la votación definitiva, necesitó la ayuda de los nacionalistas catalanes. Se la dieron CiU y Coalición Canaria, que cambiaron por votos a favor sus abstenciones en la Cámara alta, sin ofrecer mayores explicaciones. Y se la negó el PNV, cuyos diputados se abstuvieron, aunque más por la forma -una enmienda presentada a última hora en el Senado- que por el fondo de la propuesta -mayor autonomía de gestión-, según explicó su portavoz, Jon Zabalia.El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell, acusó a los diputados de CiU de haber negociado con el Gobierno el apoyo a las fundaciones. Pero en la tribuna se mostró conciliador: "Ustedes no son los verdaderos culpables de la estrategia de privatización del sistema sanitario", les dijo, antes de volver a pedirles un voto en contra.

Tampoco tuvieron efecto en los nacionalistas las consignas coreadas frente al Congreso por un centenar de manifestantes de la Plataforma para la Defensa de la Sanidad Pública, que critica "un paso más en la privatización" de la sanidad.