La nieve causa cortes de carreteras nacionales en Morella y Ademuz

En sus últimos coletazos, el temporal de lluvia y nieve dificultó ayer la circulación por las carreteras nacionales de Morella y el Rincón de Ademuz, que estuvieron cortadas o precisaron el uso de cadenas en diversos tramos. En la N-232 estuvo cerrado todo el día el puerto de Torremiró y había que usar cadenas en el de Querol. Con respecto a Ademuz, estuvo cortada la N-420 en la aldea de Arroyo Cerezo y se necesitaban cadenas en la N-330. También se acumuló la nieve sobre la N-234 en Barracas.

El Centro Meteorológico recalca que el frente "se está alejando hacia el Mediterráneo" por lo que el buen tiempo debe retornar en cuestión de horas. Pero antes de despedirse, el temporal se dejó sentir con fuerza en la mitad norte de la Comunidad: lluvia intensa en Valencia y nevadas en las montañas. Tanto nevó que el alcalde de Vilafranca, Rogelio Tena, tuvó que enviar en la madrugada de ayer una máquina quitanieves para que abriera paso al vehículo en el que viajaba una mujer a punto de dar a luz hacia el hospital de Castellón. En una aldea de Ademuz, Arroyo Cerezo, que estaba aislada por la nieve, la Guardia Civil rescató a un pequeño de tres años que sufría una asfixia y lo trasladó a un centro médico. Cerca de allí, en la carretera de Vallanca, un autobús escolar se quedó atrapado por la nieve y los agentes tuvieron que recoger a seis niños y cobijarlos en el cuartel de Ademuz. También estuvieron cortadas por la nieve 11 carreteras secundarias en Ares del Maestrat, Vistabella, Morella, Benassal, Alcublas, Benagéber, Sacañet, Ayora, Enguera, Requena y Ademuz. En la provincia de Alicante no hubo problemas de circulación pero se produjeron las primeras nevadas de la temporada en las sierras de Aitana y la Font Roja, informa Lucía Gadea. La lluvia provocó cortes de carreteras en Peñíscola y Bétera. Las mayores precipitaciones (32 litros) cayeron en Valencia y provocaron inundaciones en el polideportivo de El Saler (medio metro de agua en los vestuarios), caídas de árboles, desprendimientos de cornisas y un socavón de un metro de profundidad en una calle de Patraix bajo la cual circula el metro. Los bomberos realizaron unas 60 intervenciones.