El largo camino de una metamorfosis

La desaparición de los cuadros de Masson fue "la pérdida más dolorosa" para Pierre David-Weill, según el escritor Héctor Feliciano, que ayudó a la familia David-Weill a encontrar La familia en estado de metamorfosis.Pierre había decorado su agradable apartamento art déco de París con dibujos de Picasso, Derain, Balthus y Matisse. Además, había encargado obras nuevas a Alberto Giacometti, Jacques Lipchitz y André Masson, que pintó dos de sus murales de más tamaño expresamente para el cuarto de estar, Animales que se devoran entre sí y La familia en estado de metamorfosis.

Cuando huyó de París en 1940, altos funcionarios alemanes requisaron su casa y la convirtieron en oficina. Saquearon su colección y, según Feliciano, Pierre quedó tan destrozado que dejó de coleccionar arte moderno y se dedicó a adquirir arte del siglo XVI. Muchas de las piezas siguen desaparecidas, pero en 1985, 45 años después de su pérdida, La familia en estado de metamorfosis reapareció en Berlín Occidental, en la Galería Brusberg. Ese mismo año se expuso en la Galería Paolo Sprovieri de Roma y en el Museo de Bellas Artes de Nimes. En 1988, la pintura salió a subasta en la galería Sotheby"s de Nueva York, donde la compró un galerista canadiense llamado Odermatt. A él se la compró en 1995 el Museo Reina Sofía por un millón de dólares (144 millones de pesetas) y en la actualidad la exhibe en sus salas.

Feliciano se extraña de que, hasta el momento, la familia no haya manifestado ningún deseo de reclamar el cuadro. "Quizá es porque son unos banqueros muy discretos", especula.

Lo irónico es que David, el padre de Pierre, que presidió la junta de directores de museos en Francia, ayudó a organizar un comité internacional en 1938 para poner a salvo las obras del Prado y El Escorial, amenazadas durante la guerra civil española.