Almunia defiende una política europea frente al poder del BCE

Los 11 países que han accedido a la moneda única necesitan una política económica coordinada que "equilibre" el gran poder del que ha sido investido el Banco Central Europeo (BCE), dijo ayer Joaquín Almunia, secretario general del PSOE. El BCE, que a partir de 1999 se encargará de velar por la salud del euro, será independiente de los Gobiernos.Almunia, que participó en las jornadas organizadas por The Economist, dijo que "hay un desequilibrio entre la puesta en marcha del (BCE) y la falta de un centro de decisión económico a nivel europeo". El secretario general del PSOE evitó en todo momento cuestionar la competencia del BCE sobre política monetaria, pero no se privó de dar a entender que sus competencias pueden ser excesivas. "La independencia del Banco Central Europeo puede ser leída como mayor que la de la Reserva Federal (banco central de Estados Unidos) "e incluso mayor que la del Bundesbank [el banco central de Alemania]".

El secretario general del PSOE destacó que se ha abierto una nueva etapa en la política europea porque "por primera vez, los cuatro grandes países, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, tienen Gobiernos socialdemócratas de centro izquierda". Esta situación supone un nuevo rumbo en la política europea hacia "la política social y el empleo" que puede derivar en "un choque" entre las posiciones de los nuevos Gobiernos de izquierdas y los criterios de Maastricht", marcados sobre todo por el énfasis en reducir el déficit público, dijo. "Hay una responsabilidad enorme en la familia socialdemócrata europea sobre temas de empleo y bienestar, y los ciudadanos van a seguir muy de cerca estos asuntos", agregó el secretario general del PSOE.

Críticas a Aznar

Además de Almunia, intervinieron en las jornadas otros miembros de la ejecutiva socialista, como Juan Manuel Eguiagaray, Luis Martínez Noval, Ramón Jáuregui y Ángeles Amador. Les acompañaron dos ex ministros socialistas de Economía: Miguel Boyer y Carlos Solchaga.Almunia cargó contra el presidente del Gobierno, José María Aznar, a quien reprochó haberse "equivocado" en su política europea. A juicio de Almunia, "Aznar es visto en Europa como alguien que pide y no ofrece nada a cambio. No le estoy llamando pedigüeño, como él llamó en su momento a Felipe González. Le reprocho que no haga propuestas en Europa. No se trata de ofrecer dinero a otros países que son más ricos que nosotros, pero lo que puede hacer y no hace es plantear estrategias y objetivos que sean de interés común".