La demanda española de extradición llega a Londres

El mecanismo legal para la posible extradición del ex dictador chileno Augusto Pinochet se puso ayer en marcha poco antes del mediodía cuando el Gobierno español, a través de su Embajada en Londres, hizo llegar los documentos pertinentes hasta el despacho del ministro del Interior británico Jack Straw. Los documentos, contenidos en cuatro carpetas de 300 folios, llegaron en la valija diplomática de la delegación española y luego fueron enviados al Home Office a las 11.30 (12.30 hora española) previa presentación formal para su registro en los libros del Ministerio de Exteriores.

Según el Convenio hispano-británico de Extradición de 1986, que es el que rige prioritariamente en este caso, el Gobierno británico tiene ahora un máximo de 40 días para completar los trámites, aunque no está claro si se va a tomar en cuenta la fecha -16 de octubre- en la que Pinochet fue detenido. El Ministerio de Interior tendrá que dictaminar si los delitos por los que España pide la extradición -genocidio, tortura, terrorismo y otros- son igualmente penalizados en el Reino Unido y, a partir de ahí, si efectivamente lo son, comunicar formalmente al general Pinochet que para contrarrestar este trámite tiene que presentarse personalmente ante un tribunal londinense, el Act Court de Bow Street. Pinochet tiene derecho a recurrir la solicitud de extradición.

Cabe también la posibilidad teórica de que incluso si la Cámara de los Lores le quitase a Pinochet la inmunidad, Straw bloquee la entrega del militar chileno a la justicia española. El ministro británico tiene poderes para ello. El veredicto de la Cámara de los Lores es, no obstante, definitivo. Aunque la actual apelación en ese foro no paraliza formalmente la extradición, un fallo confirmando la inmunidad del ex dictador cerraría definitivamente la puerta a la petición española.