Benito Lertxundi funde música clásica y popular en su nuevo disco

Un artista como Benito Lertxundi (Orio, 1942), convertido en uno de los autores vascos más veteranos y vendedores, puede asumir cualquier riesgo: 30 años de carrera le avalan, con lo cual no es extraño que salga airoso del proyecto más ambicioso que ha acometido, grabar 11 de sus canciones junto a la Orquesta Sinfónica de Euskadi. El resultado del feliz experimento ya está en el mercado: un disco titulado Auhen sinfonikoa y editado por la discográfica donostiarra Elkarlanean.

"Mediante la interpretación de canciones de Benito Lertxundi, la Orquesta Sinfónica de Euskadi ha aunado el mundo clásico y el popular, acercando el primero de ellos al pueblo y elevando el segundo al más alto de los niveles". Estas palabras, reproducidas en el cuadernillo que acompaña a Auhen sinfonikoa, no faltan a la verdad. Son una conclusión atinada tras la audición de un álbum que recoge 11 piezas bucólicas, otoñales, poéticas, metafóricas y, sobre todo sentidas, del repertorio clásico del cantante. Sin embargo, pese a su innegable audacia, Lertxundi rehusa calificar de arriesgado el paso dado. "¿Qué es arriesgar? ¿Cambiar de hábito? ¿Cambiar de no sé qué tipo de imagen externa y tal? No. En eso puede haber hasta una tendencia a la debilidad, a decir: "Bueno, como no me quiero comprometer, me justifico con que he dado un salto arriesgado porque he cambiado y demás". Pero a mí no me da por esas historias", asegura. "He buscado que todos los instrumentos de la orquesta puedan sonar y la canción no salga dañada, que acepte todo eso perfectamente. Siempre me ha parecido que hay muchos temas en mi repertorio que tienen una vocación sinfónica", afirma el oriotarra refiéndose al proceso de selección de los temas incluidos. Pero, hasta que pase un tiempo Lertxundi prefiere no juzgar el resultado final de su trabajo. "Cuando oigo este disco se reproducen en mi mente todos esos momentos que han sido dolorosos para mí. Tengo que curarme de todo ello para ser más objetivo", dice. La idea surgió tras un exitoso concierto en Tolosa (dentro del Kilometroak 98) y se presentará este mes en tres únicos conciertos: el día 25 en Bilbao (Coliseo Albia) y el 26 y 27 en San Sebastián (Victoria Eugenia).