Arteta, simbólico y afectivo

En diciembre de 1999, concluidas las obras de remodelación, todas las instalaciones del Museo de Bellas Artes de Bilbao serán abiertas de nuevo al público. La inauguración de la nueva etapa en la vida del museo coincidirá con una exposición antológica del pintor Aurelio Arteta.En el nombre de Arteta se mezcla su peso artístico en la pintura vasca de las primeras décadas del siglo XX con la conmemoración de fechas importantes en la historia del museo bilbaíno. El próximo año se celebrará el 75 aniversario del nombramiento de Arteta como director del museo, surgido poco antes de la fusión de las dos pinacotecas existentes en Bilbao, el Museo de Bellas Artes y el de Arte Contemporáneo, que conformó una idiosincrasia que el centro aún mantiene.

La colección de pintura y escultura del museo abarca un recorrido cronológico que parte de piezas datadas en el siglo XII y llega hasta las expresiones plásticas más recientes. Recientemente la presentación de los fondos ha sido remodelada. La reducción de obras expuestas en las salas del museo y la modernización de aspectos técnicos tan simples como la mejora de la iluminación y el repintado de las paredes permitió mejorar las condiciones de exhibición. El objetivo era conseguir un orden interno más coherente, en el que destacaran las obras de mayor calidad individual y quedaran patentes las relaciones entre obras de una misma época pero pertenecientes a escuelas y ámbitos geográficos diferentes. El recorrido lógico por la colección quedaba, sin embargo, roto por las barreras arquitectónicas.

La exposición de Arteta estará cargada de un contenido "simbólico y afectivo", según la definición del director del museo, Miguel Zugaza. La antológica de Arteta y el nuevo rostro del museo coincidirán para convertirse en el revulsivo de la revitalización del Museo de Bellas Artes de Bilbao.