Joaquim Nadal recrimina a la Generalitat no haber logrado cambiar el sistema territorial por provincias

El alcalde de Girona y portavoz del PSC en el Parlament, Joaquim Nadal, propuso ayer la revisión a fondo de la división territorial de Cataluña, en lo que considera que ha sido el más flagrante incumplimiento de la Generalitat: la descentralización del territorio en seis regiones o veguerías que deje atrás la organización administrativa de las provincias actuales. Ello incluiría a las diputaciones provinciales y a los consejos comarcales. Dentro del debate organizado ayer en la Universidad de Prada sobre el futuro del municipalismo en Cataluña, Josep Grau, presidente de la Diputación de Lleida y de la Asociación de Municipios de Cataluña, controlada por CiU, pidió la supresión de las diputaciones y denunció el pacto del hambre que supone la propuesta financiera que el Gobierno del PP ha hecho a los ayuntamientos españoles de cara al año que viene. Para Nadal, la manera idónea de acercar la administración al ciudadano sería mediante la configuración de unos organismos cuyo modelo se situaría entre lo que eran antes las mancomunidades municipales y los consejos comarcales actuales. Pero a la Generalitat le da miedo esta descentralización, apuntó. El alcalde de Girona recordó la existencia de una sentencia del Tribunal Constitucional que, por imperativo, no discute la existencia de las provincias, aunque abre la puerta, en su opinión, a la asimilación de las diputaciones en veguerías. Horas antes de las declaraciones de Nadal, el presidente de la Diputación de Lleida, el convergente Josep Grau, pidió la supresión de las diputaciones y la reorganización territorial de Cataluña en cinco o seis veguerías. Grau cree que esto no conllevaría la modificación de la Constitución porque, segun él, las provincias se podrían dejar como circunscripciones electorales para el Congreso y el Senado. En lo que sí que coincidieron Grau y Nadal fue en denunciar el pacto local propuesto por el Gobierno del PP, que establece la financiación de los municipios a partir del año que viene. Se trata de un pacto del hambre porque no tiene dotación económica. Nadal recordó que, desde 1989, el Gobierno central da a los municipios en torno al 12% de los presupuestos generales del Estado, lo que calificó de mofa a la gente que hace política local.