Yeltsin interrumpe sus vacaciones por "asuntos de gran urgencia" en Moscú

El presidente ruso, Borís Yeltsin, interrumpió ayer sus vacaciones en Carelia, en el norte del país, y regresó intempestivamente a Moscú, donde le esperan "asuntos de gran urgencia", según explicó. "Estamos en la transición del periodo político de verano al de otoño, y este camino debemos recorrerlo con seguridad, sin retroceder un ápice", declaró Yeltsin en el aeropuerto de Petrozavodzk, la capital de Carelia.

"Debemos prepararnos para este periodo, para empujar y presionar para continuar una línea clara, sin vacilaciones, y, para este fin, el presidente es necesario", agregó. Una vez en Moscú, Yeltsin se dirigió inmediatamente a su residencia de Gorki-9, al oeste de la capital rusa. La interrupción de las vacaciones de Yeltsin hubiera sido acogida con completa normalidad de no ser por las declaraciones que hizo el presidente. Pero los analistas políticos se preguntaban ayer qué asuntos urgentes debe resolver Yeltsin: si hará los nuevos nombramientos y destituciones en el Gabinete, prometidos el sábado pasado, o si ha regresado a la capital rusa para desbaratar alguna confabulación en su contra.