Controles médicos completos en este Tour

Añadiendo una nota más de zozobra en el desarrollo del Tour, la UCI (Unión Ciclista Internacional) envió ayer una notificación a los equipos y los corredores en la que avisa que podrá someter a los ciclistas a un reconocimiento médico completo, incluido análisis de sangre, en cualquier momento de la carrera. "Casi los análisis como cuando te van a operar", comentó un cliclista, indignado por el cariz que está tomando la ronda francesa. "Nos quieren desnudar", añadió el mismo corredor.Pasmado, indignado y asustado, el pelotón del Tour pasó el día de descanso entre reuniones y declaraciones de impotencia. Los médicos de los equipos, hartos de estar en el ojo del huracán, tuvieron la primera reunión de su historia. Asistieron todos menos dos, el del Telekom y el del ONCE, y elaboraron un comunicado en el que mostraron su total disposición a colaborar con la UCI en la lucha antidopaje de la manera que fuera al tiempo que rechazaban "ser sistemáticamente señalados con el dedo".

Algunos corredores también se reunieron. José Luis Laguía, el presidente del sindicato español de ciclistas, los visitó con ánimo emprendedor. "No tiene sentido seguir con la pantomima", dijo. "Leblanc debería convocar otro día de descanso extraordinario". Laguía sólo pudo constatar el miedo de unos deportistas que reflexionaban sobre la inutilidad de "seguir dándose de hostias en los puertos estando en entredicho su credibilidad ante la sociedad". También su indignación: "¿Por qué tiene que haber una justicia ordinaria cuando damos negativo en los controles antidopaje? ¿Para qué sirven éstos entonces?". También la impotencia: "¿Qué podemos hacer? No vamos a ser los españoles los primeros en dárnosla cuando el líder del pelotón asume las tesis de Leblanc".

La detención de los corredores del Festina no tiene precedentes en el deporte mundial. Nunca un deportista había sido privado de su libertad por un asunto de dopaje, muy diferente a lo que podría considerarse como tráfico de drogas. La explicación de esta novedad reside en la ley francesa de 1989 sobre dopaje, ley que estipula una serie de sanciones penales para los sospechosos de tráfico, incitación al consumo y administración de sustancias prohibidas.