Olvido y desgana
Mad City es una película estadounidense con reparto de lujo que llega a las pantallas sin apenas apoyo publicitario -cuando lo habitual es lo contrario en películas con nombres de tanto relumbrón-, dejada a su suerte. Una razón de este abandono puede estar en el fondo político izquierdista del filme, que cuenta un asunto del gusto de la producción convencional de Hollywood, pero con una inversión de roles: los buenos del filme son víctimas, y rechazos más o menos conscientes del sistema de capitalismo salvaje que les aprisiona y destruye, mientras que los malos son encarnaciones de ese sistema, salvajes capitalistas capaces de pasar por el estómago de un inocente si con ello obtienen un beneficio.Es poco probable, no obstante, que el escaso entusiasmo publicitario que se entrevé detrás de Mad City provenga de un rechazo a su ideología. Si la película anunciase dinerales, es más que previsible que sus comercializadores, aun sintiéndose aludidos como parientes de los malos del filme, se hubieran volcado en sacarle el jugo. No son gente que mire el pedigrí de los billetes que se embolsan.
Mad City
Dirección: Costa-Gavras. Guión: Tom Mathews. Fotografía: Patrick Blossier. Estados Unidos, 1998. Intérpretes: Dustin Hoffman, John Travolta, Alan Alda, Mia Kirschner. Estreno en Madrid: cines Palacio de la Música y Tívoli.
Lo más probable es que, una vez vista la película, dedujeran con fundamento que, tenga la ideología que tenga y por moralmente recta que sea la mirada de su director, Costa Gavras, Mad City no funciona, nace directamente destinada a una estantería del cine olvidado. Es plana, adivinable, carece de vigor, de gancho, de ritmo adecuado, y está filmada para salir del paso e interpretada con tan inconcebible pobreza y desgana, que la apatía que desprende impregna al espectador y le duerme. No podía ser de otra manera cuando Dustin Hoffmann, John Travolta, Alan Alda y otros eminentes intérpretes dormitan también dentro de la pantalla.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El Louvre, en su punto más bajo: ¿qué le pasa al museo más famoso del mundo?
Kate Winslet nos habla de su debut como directora (y de lo difícil que sigue siendo ser mujer en el cine)
La Administración de Trump publica (a medias) los papeles de Epstein: ¿cuáles son las principales novedades?
Cómo llegaron los líderes europeos al acuerdo para financiar a Ucrania
Lo más visto
- Uno de los promotores de la señal V-16 de tráfico: “Es duro oír el testimonio de víctimas que han sufrido amputaciones al poner los triángulos”
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- Cae una organización que enviaba camiones cargados de cocaína desde Marbella hasta varios países europeos
- La policía registra varios domicilios y las oficinas de la ministra francesa Rachida Dati por otro presunto caso de corrupción
- Manuel Castells, sociólogo: “El mundo está en un proceso de autodestrucción”




























































