España no da opción a Dinamarca

Dinamarca, verdugo de Ucrania, hizo sólo a regañadientes el inevitable papel de víctima ante España, un equipo que superó ayer a su rival en todos los terrenos menos en el de los rebotes (30-32). Sin embargo, la selección danesa, un extraño híbrido compuesto de jugadores profesionales y amateurs, no tiró nunca la toalla, plantó siempre cara a su rival y consiguió que Lolo Sainz se enfadara ostensiblemente ante la osadía danesa de poner el marcador en un inquietante 25-22. Pero a partir de ese momento, el seleccionador español dio por terminado el tiempo de relajación defensiva, recordó a sus hombres que practican un deporte donde está permitido emplear la agresividad en defensa propia, y España empezó a sacar fruto de esta enseñanza básica. La entrada de Reyes por Orenga fortaleció el flanco defensivo español y en el descanso el marcador ya estaba decantado: 45-26. Tras el descanso el seleccionador español entregó la batuta de director de orquesta, empuñada hasta entonces por Azofra, a Rodilla, a quien pesó demasiado la responsabilidad de dirigir el juego del equipo español. En realidad, el partido España-Dinamarca tuvo mucho de sesión experimental, Lolo Sainz ensayó distintas formas de defender y de atacar, y posiblemente se sentirá satisfecho del comportamiento de jóvenes jugadores como Romero.