Dos 'yonquis' muertos

En la calle del Romancero Gitano no hubo copla para la muerte de Adela y Antonio. La pareja, enganchada a su perdición desde antes de dar a luz a sus dos hijos, murió ayer silenciosamente en su casa baja de Usera. Sentados en un sillón, con la aguja al brazo, su muerte fue descubierta por un familiar que volvía de llevar a los niños al colegio.

Hubo revuelo entre los vecinos, gitanos realojados, y algunas expresiones contra los camellos que habían vendido la droga. Pero ni los sanitarios que recogieron a los dos fallecidos ni la policía que abrió la investigación se atrevió ayer a determinar la causa de la muerte. "Puede ser una sobredosis o droga adulterada, no lo sabemos, y tampoco podemos vincularlo a la supuesta escasez de heroína que dicen que afecta a los poblados marginales", señaló un portavoz policial. "Ha sido todo muy confuso, pero no hay datos que a estas alturas permitan ofrecer una causa", añadió un sanitario.

Para aclarar esta incógnita, Ios cadáveres fueron enviados al Instituto Anatómico forense. Los resultados de la autopsia se conocerán posiblemente hoy.