El alcalde de Ermua no será candidato a presidente vasco

El alcalde de Ermua (Vizcaya), Carlos Totorika, hizo pública ayer de forma oficial su negativa a presentarse a las elecciones primarias del PSE-EE para nombrar el candidato a lehendakari en las elecciones vascas del 25 de octubre. Totorika, uno de los políticos socialistas con más popularidad dentro y fuera de Euskadi, temía que su postulación se viera como un afán "personal o partidista" de capitalizar el sentimiento social contra ETA.

El pasado verano, Totorika fue fundamental para acallar los gritos que exigían venganza tras el asesinato de Miguel Angel Blanco, concejal del PP, por parte de la banda terrorista. Así, su actitud le hizo tan popular en la esfera política vasca que su nombre comenzó a barajarse como posible candidato socialista a la presidencia del Gobierno. Ayer, sin embargo, dejó claro en una conferencia de prensa que su renuncia es "inamovible" y aseguró desconocer aún de parte de qué compañero se pondrá.

Por ahora, sólo Rosa Díez

Hoy mismo comienza el plazo de inscripción para estas primarias, que supondrán un ensayo general para las demás federaciones socialistas. Por el momento, y tras la renuncia de Totorika, tan sólo la consejera vasca de Comercio y Turismo, Rosa Díez, ha mostrado su intención de encabezar la candidatura.El proceso comienza con la aprobación por el comité nacional del reglamento. Luego, a lo largo del mismo, podrán aflorar nuevos aspirantes. El proyecto que se estudiará hoy, en Bilbao, prevé que podrán presentar candidatos propios el 10% de los afiliados, el 20% de los miembros del comité nacional (máximo órgano entre congresos) y la comisión ejecutiva. El censo estará formado por todos los afiliados y la votación se realizará el mismo día en todas las agrupaciones locales.

El desarrollo de las primarias será controlado por una comisión electoral elegida por el comité nacional. Los candidatos deberán ser presentados antes del 27 de febrero y para mediados de marzo el PSE-EE confía en tener ya candidato.

Nicolás Redondo, el secretario general del PSE-EE, quien repetidamente ha renunciado a ser el candidato, reconocía recientemente el "gran riesgo" que corre su partido por ser el primero que celebra unas primarias, ya que es "inevitable" que los candidatos realicen campaña entre los afiliados y esto proyecte una imagen de división.