Los vecinos de pisos altos de Hortaleza dicen que aún oyen el ruido de la M-40

Los vecinos del barrio de San Lorenzo, en Hortaleza, que viven en los pisos más altos junto a la M-40 siguen durmiendo con el zumbido de esa ronda de circunvalación metido en sus casas. Así al menos lo denunció ayer, un grupo de unos 50 vecinos durante la visita del director general de Carreteras, Juan Lazcano, a las pantallas antirruidos colocadas en ese barrio y la zona ajardinada construida sobre ellas precisamente para evitar el ruido dentro de esas casas.Juan Lazcano afirmó que esa obra, que ha costado 1.400 millones de pesetas, ha reducido el ruido en un 30%. Los vecinos, por su parte, aseguran que el impacto acústico de la autovía no se ha reducido en los pisos más altos.

El director general respondió a estas críticas afirmando que para la instalación de las pantallas se han realizado mediciones de ruido en el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (dependiente del Ministerio de Fomento, promotor de las obras).

"Hubo medidores acústicos en todos los pisos de la zona y el ruido se ha reducido un 30%, y en algunas zonas, hasta un 35%", señaló.

Normas europeas

Lazcano agregó que el proyecto se ha desarrollado en colaboración con la asociación de vecinos del barrio, con la que ha mantenido diez reuniones.En los trabajos se han aplicado las medidas fijadas en la normativa europea sobre ruido. Esta fija un límite máximo de 65 decibelios durante el día y 55 por la noche.

Ignacio del Río, concejal de Urbanismo, que, junto a Enrique Villoria, concejal de Obras, acompañó al director general de Carreteras, respaldó las afirmaciones de Lazcano.

"Las mediciones técnicas, realizadas por técnicos independientes, son corroboradas por las del Ayuntamiento. Aquí hay menos ruido que en muchas calles", afirmó Del Río.

Según los técnicos de Fomento, la eficacia de las pantallas antirruido está relacionada con la cercanía de los edificios a la autovía y la altura de las viviendas.